Aquí os dejo un vídeo que me ha parecido muy interesante
del programa nº49 de Redes. Trata el tema del contenido del currículum y la
motivación dentro del contexto educativo.
En ellos se entrevista a Linda Darling-Hammond,
catedrática estadounidiense y doctora honoris causa, quien ha hecho importantes
aportaciones al currículum de su país.
Bajo la dirección de Linda Darling-Hammond, se elaboró el informe "What Matters
Most Teaching for America's Futur", elaborado por la Comisión Nacional
sobre Enseñanza de EEUU, fue nominado en 2006 como uno de los más influyentes
documentos en la educación americana.
Transcripción
de la entrevista con Eduard Punset:
Eduard Punset:
Linda, me han dicho, y corrígeme si me equivoco, que al principio, bueno, en
1900, cuando se diseñó el sistema educativo actual, sólo un 5% de los empleos
requerían un conocimiento especializado. ¡Pero ahora, como dices en tu
maravilloso libro, es aproximadamente un 70%! Estamos ante uno de los grandes
cambios del sector educativo, ¿no? Y el otro es que, bueno, la sociedad es más
compleja y, por lo tanto, también las aulas son más complejas. Pero a mí me
parece que tu gran contribución es afirmar que tenemos que cambiar la formación
de los profesores. No sé si a los profesores les va a gustar mucho esto, ¿cómo
podríamos hacerlo?
Linda Darling-Hammond:
Bueno, según mi experiencia, a los profesores les parece muy bien
porque lo que les atrae de la profesión es hacer un buen trabajo con los
chicos. Está claro que la gente no decide dedicarse a la docencia para ganar
mucho dinero, si buscaran eso se dedicarían a otra cosa, lo que buscan es la
satisfacción de poder ayudar. En la mayoría de los países, las aulas actuales
son muy diversas. Tienes que trabajar con chicos que vienen de distintos
entornos culturales. Existen ciertas estrategias que el profesor puede utilizar
para ser más eficaz a la hora de comprender qué saben los alumnos, quiénes son
y cómo pueden atraerlos hacia el curriculum escolar y qué pueden hacer para
llevar dicho currículum hacia el niño. Cuando esto ocurre, los profesores se
sienten más satisfechos por haber tenido éxito con sus alumnos.
Eduard Punset:
Entonces, ¿confirmarías esa impresión que se desprende de tu trabajo según la
cual la gran reforma pendiente es cambiar la formación de los docentes? ¿Cómo
les motiváis para que miren al niño con otros ojos? ¿Les decís que se olviden
de los contenidos y que piensen en la gente?, ¿En líneas generales, qué hacéis?
Linda Darling-Hammond:
Sí, ésa es la gran dialéctica de la docencia, por un lado, la materia, es
decir, el contenido, y, por otro lado, los estudiantes o los niños, y es como
una doble hélice porque ambos tienen que estar constantemente entrelazados.
Primero, debes disponer de estrategias basadas en el contenido: debes
comprender cuáles son los grandes equívocos que los niños pueden traer consigo
con relación a una materia determinada, dónde es probable que se sientan
confusos y así ofrecerles experiencias que les ayuden a entender cómo se
descubren ciertos conceptos matemáticos o en qué consisten los fenómenos
científicos. Está claro que si te limitas a impartir conocimientos no conseguirás
nada. Tienes que aprender a observar a los niños con mucha atención, fijarte en
cómo piensan, entrevistarlos, hablar con ellos sobre su manera de razonar.
Eduard Punset:
Dices que los buenos profesores no analizan el contenido y se lo imponen al niño
sino que analizan al niño y lo atraen hacia el contenido para así ayudarlo a
entenderlo. ¿Cómo lo consigues?
Linda Darling-Hammond:
Bueno, tienes que decidir hasta dónde quieres llegar con el currículum y con el
contenido. No tienes que imponérselo al niño… Si el niño está aquí (hace un
gesto) y quieres que aprenda este concepto que está allí (hace otro gesto), no
puedes limitarte a enseñárselo. Es como si tuvieras un nadador… Si el nadador
se está hundiendo tienes que agarrarlo y sacarlo a la superficie, no puedes
empezar a dar vueltas alrededor de él en un bote… De modo que tienes que
averiguar en qué fase de la comprensión está el niño y a continuación crear la
estructura, la escalera que te lleve a hacerle entender lo que necesitas que
entienda. Tú, como profesor, no siempre puedes tener un trato individualizado
con cada alumno. Tienes que entender dónde está el grupo y organizar la
formación en torno a ese grupo, pero sí puedes diseñar actividades especiales con
algunos chicos: a veces, puedes hacer que trabajen en parejas, con un compañero
que tenga más conocimientos que ellos y les ayude a entender cómo funcionan
algunas cosas; otras veces, puedes guiar al niño tú mismo durante un rato; en
otros casos, puedes darles materiales que les ayuden a aprender.
Eduard Punset:
Hay algunos estudios que afirman que los profesores, a veces, tienen más
problemas para conectar con determinados grupos étnicos.
Linda Darling-Hammond:
Todo el mundo crece en su propio contexto cultural, sea cual sea, y dicho
contexto es lo que entienden. Así que todos los profesores, sobre todo en las
aulas con mucha diversidad, tienen que saber algo acerca de las formas de
expresión de los distintos contextos culturales de los que proceden sus
alumnos. Por otra parte, también tienen que tener lo que yo llamo una “doble
pedagogía”, es decir, que mi trabajo como profesor no sólo consiste en hablar
sino que también debo escucharte y escuchar lo que tú puedes aportarme y darte
la oportunidad de compartirlo con el resto de la clase escribiendo un diario,
haciendo entrevistas o pidiendo a los alumnos que elaboren presentaciones y
proyectos para el resto de la clase. De esta manera, sé mucho más sobre ti,
sobre quién eres. Tengo que ser capaz de no alterizar a las personas porque
como profesor necesito poder verte por lo que eres, por lo que puedes aportar,
tengo que buscar y encontrar los aspectos comunes así como los puntos fuertes y
las singularidades. Y es algo que se puede enseñar, los profesores pueden
aprender a hacerlo.
Eduard Punset:
Linda, para acabar nuestra reflexión sobre la profesión del docente: los padres
tienen que conocer la importancia de la enseñanza, los estudiantes tienen que
aprender algo también, pero aquellos que más tienen que aprender son los
profesores. En realidad, éste es tu mensaje…
Linda Darling-Hammond:
Es una llamada profesional, un tanto confusa, una confianza secreta en que los
profesores deben aunar todos los conocimientos y comprensión posibles, no sólo con
respecto al contenido y a los estudiantes sino también con relación a las
comunidades donde trabajan, con relación a las familias para que éstas
participen también en el proceso. El que no asuma ambos compromisos, el de
ampliar sus conocimientos y el de volcarse en la docencia, debería dedicarse a
otra cosa.
Robert Roeser:
Si piensas en un niño pequeño, comprobarás que no hay tanto
misterio. Un niño necesita un entorno seguro, acogedor, afectuoso para
atreverse luego a salir al mundo y explorarlo. Esto ocurre desde el principio
en la vida de un niño: la vida emocional de un niño, el sentirse vivo y seguro
es la base desde la cual se atreven a explorar el mundo. Parte del problema que
tenemos en las escuelas en cuanto a la motivación de los alumnos es que la
motivación se reduce de forma proporcional a la permanencia del niño en la
escuela: cuanto más tiempo está el niño en el aula, menos motivado se muestra.
En parte, se debe a que poco a poco empezamos a suprimir las relaciones de
apoyo cruciales en las que se produce el aprendizaje efectivo. Por ejemplo, en
Estados Unidos, a los once años más o menos, pasas por unos cinco o seis
profesores distintos durante el día, algunos de los cuales ni siquiera te
conocen personalmente, por lo que les resulta muy difícil tejer vínculos
afectivos y hacer que se sientan seguros hasta el punto de atreverse a plantear
preguntas nuevas y explorar desde su nueva mentalidad de adolescentes, porque
siguen necesitando el contacto y apoyo.
Eduard Punset:
Y está claro que si te sientes decepcionado con esos cinco o diez profesores
que nunca te preguntan quién eres, no tendrás ningún incentivo para profundizar
y querer apreciar más a los demás, supongo. Es una revolución muy importante.
¿Crees que seremos capaces de hacer entender a la gente que, por primera vez,
sabemos algo más sobre cómo podemos cambiar y tener menos violencia…?
Robert Roeser:
Creo que el interés de la gente por la neurociencia y el cerebro es algo
apasionante. Lo vemos en las escuelas donde trabajamos: los profesores están
entusiasmados y los jóvenes aprenden cosas sobre el cerebro. Así que creo que
ahora hay una nueva conciencia sobre lo que la ciencia nos cuenta de nuestro
potencial humano: podemos cambiar nuestras mentes, nuestros cerebros a través
de nuestro comportamiento.